A veces no puedo bancarme la mala onda de la gente en la calle, la inexistente predisposición para ayudar... No puedo creer que sea tan difícil dar un asiento, ayudar a alguien que esta perdido, frenar en vez de adelantarse y pisar al peatón...Hay días que puedo mirar la calle como si fuera otra, como si en realidad yo solo fuera un observador y estuviera analizando lo que pasa, no viviéndolo. Entonces empiezo a sacar conclusiones, y pienso que todo sería mejor si la gente hablara en vez de considerar que todos somos extraños que, por alguna casualidad, estamos ahí juntos, en el colectivo, en una esquina, en un local... Es muy extraño como te miran cuando ayudas, cuando avisas "tenes la mochila abierta", cuando prestas 10 centavos sin que te los pidan, cuando sonreís y saludas en vez de hablar apresuradamente.
Yo soy conciente de que hay mucha gente como yo, que saluda hasta al colectivero, que da el asiento o exige que alguien mas lo haga, que dice "gracias", "de nada", "por favor", inclusive al volantero que hace 4 horas esta tratando de deshacerse de los mil avisos que tiene que repartir para ganar sus miserables 8 pesos diarios, a la chica que llama ofreciendo líneas de telefono o internet, a los mozos, emplead@s, kiosker@s... Supongo que es muy difícil salir del individualismo en el que nos enseñan a vivir, salir del paradigma de que el otro es peligroso, y es casi impensable que el común de la gente se ponga a pensar lo que ayudaríamos a cambiar las vidas de todas estas personas si en vez de decir "un Lucky Box", mientras miramos ansiosos como nos dan el vuelto, dijeramos, "Hola, que tal, un Lucky Box, por favor... Gracias" mientras se escapa una sonrisa.
Y no puedo dejar de pensar lo que ocurriría si todos nos pusiéramos de vez en cuando en el lugar del otro... aunque tambien soy conciente de que es totalmente utópico que la conciencia social cambie.
Pero nodebemos perder la esperanza.
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